Señor, lo llenas todo
Una ardiente bola despunta en el alba
Y lo inunda todo con su claridad:
El sol aparece llenando las sombras;
Se levanta el hombre a su faenar.
Cambian los colores, se renueva todo,
Y vuelve la vida a tomar su lugar;
La esperanza es nueva, distinta que antes,
Las sombras se han ido, regresa la paz.
La vida está viva, despierta del sueño,
Se levanta el niño y se va a preparar;
Le espera la escuela, los libros, proyectos,
Los juegos, la risa, la sana amistad.
Y tú lo llenas todo desde la mañana,
Con tu presencia el mundo no se va a parar.
Y si está el obrero desde la madrugada
Trabajando duro, contigo estará.
Va pasando el día entre mil situaciones
La gente no para, hay que trabajar,
Demasiado ruido, hay mucho cansancio
Y algo de todo esto tiene que cambiar.
Y cuando se acaba la dura jornada
Late más despacio el corazón de la ciudad:
La gente regresa cansada a su casa
Y ruega que mañana algo pueda mejorar.
Y por la noche sigues llenándolo todo,
Eres un centinela que, sin descansar
Vela por el sueño de todos los hombres
Hasta que de nuevo se vuelva a empezar.
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