Ahora no tengo ya ningún deseo, a no ser el de amar a Jesús con locura (...) Tampoco deseo ya ni el sufrimiento ni la muerte, aunque sigo amándolos a los dos.. (...) Ahora sólo me guía el abandono, ¡no tengo ya otra brújula...! Santa Teresa de Lisieux
No hay comentarios:
Publicar un comentario